Un desecante es una sustancia higroscópica que se utiliza para inducir o mantener un estado de sequedad en sus proximidades. Los desecantes son más eficaces en entornos cerrados. Son una forma eficaz de controlar el contenido de humedad dentro de los envases de los productos y los contenedores de transporte.
Los materiales absorbentes utilizados como desecantes tienen una afinidad particular por las moléculas de agua, capaces de unir moléculas de agua libres de su entorno directo. Podemos dividir los desecantes en dos categorías: